La etiología de este fenómeno se ha clasificado 3 grupos de calambres musculares:
– Calambres causados por factores patológicos: desórdenes metabólicos, diabetes, neuropatías, entre otros.
– Calambres idiopáticos nocturnos: dolorosos episodios de espasmos musculares que ocurren durante el sueño, sin etiología clara.
– Calambres asociados al ejercicio: espasmos musculares que ocurren durante o después del ejercicio.
En este Blog, ahondaremos en este último, que es el más investigado y cuyo grupo incluye a la gran mayoría de personas que padecen de calambres. Los calambres musculares asociados al ejercicio (EAMCs con sus siglas en inglés), son dolorosas e involuntarias contracciones de la musculatura esquelética durante o poco después del ejercicio. Típicamente ocurren en músculos que abarcan múltiples articulaciones y que son frecuentemente utilizados durante el ejercicio.
Los rangos de severidad varían en los siguientes:
– Estado propenso al calambre o Pre-calambre: Elevada excitabilidad neuromuscular identificada por fasciculaciones o espasmos. Usualmente es autolimitado y autotratado si se detiene o disminuye la actividad del momento.
– Leve o moderado: Calambre asociado a ejercicio localizado en un músculo o grupo muscular. Ocurre sin otros síntomas sistémicos o signos de una lesión concomitante. Usualmente es autolimitado y autotratado si se detiene o disminuye la actividad del
momento
– Severo: Calambre asociado a ejercicio que puede ocurrir junto a otros signos o síntomas sistémicos, como náuseas, mareos, orina oscura, vómitos, pérdida de consciencia, entre otros, que pueden indicar una seria condición médica. Requiere inmediata detención de la actividad, correcto diagnóstico e intervención médica.
Si bien se barajan algunas teorías intentando dar con la causa de los calambres asociados al ejercicio, la evidencia aún no tiene una respuesta clara al respecto, existiendo también mucha confusión y debate respecto al tratamiento y prevención de calambres asociados al ejercicio. Es por eso que aquí te traemos algunos tips respecto a los hallazgos que se conocen hasta el momento:
1) El mejor método para solucionar un calambre en el momento, es la elongación estática autoaplicada o con ayuda de un tercero hasta que se alivie el calambre. Evidencia tipo A
2) Para prevenir calambres, se recomienda incorporar reeducación neuromuscular, pliometría o ejercicios de fuerza en las sesiones de entrenamiento (cuando la fatiga neuromuscular se ha identificado como un factor de riesgo) Evidencia tipo B
3) Para prevenir calambres, se recomienda entrenar a intensidades y en ambientes similares a competiciones (en caso de realizarlas), como altura, temperatura, humedad, etc. Evidencia tipo B
Sumado a los consejos anteriores, se recomienda tomar acciones para retrasar o disminuir la fatiga muscular: adecuada hidratación, balanceada alimentación y buenos hábitos de sueño. Debes saber también que una baja cantidad de potasio en el cuerpo no se ha relacionado con provocar calambres, por lo que consumir plátano o alimentos altos en potasio no contribuye a su prevención.
¡Así que ya lo sabes! Si bien no existe mucha evidencia consolidada, estos son los datos más concretos que la evidencia tiene al respecto. Si quieres mejorar.. ¡Ven a Kinechi!
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Kinesiólogo Bastián Hormazábal.
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